En caso de un incendio en un garaje comunitario que cause daños a los vehículos, la responsabilidad dependerá de las circunstancias específicas del caso.

Si el incendio fue causado por la negligencia de un residente, entonces el propietario del vehículo afectado puede presentar una reclamación por daños y perjuicios contra la persona responsable.

En el caso de que sea por una responsabilidad adjudicable a la comunidad de propietarios, será la comunidad quien deba hacerse cargo de la indemnización o reparación de los daños. Si el garaje está asegurado, el propietario del vehículo también puede presentar una reclamación a la compañía de seguros del garaje.

Si el vehículo quemado tiene cobertura de incendios, se puede dar parte a la aseguradora del vehículo, para que indemnice o repare los daños, aunque ésta puede a su vez repercutir los daños a la comunidad o a la compañía aseguradora de la comunidad de propietarios de plazas de garaje.

¿Qué ocurre si el valor de la reparación es superior al valor venal del vehículo?

Cuando el valor de la reparación es superior al valor venal del vehículo, es posible que la aseguradora decida declarar el vehículo como «siniestro total» o «pérdida total». Esto significa que el coste de la reparación supera el valor del vehículo, y la aseguradora no estará dispuesta a pagar por la reparación.

En este caso, la aseguradora ofrecerá al propietario del vehículo una indemnización por el valor venal del vehículo en el momento del siniestro, que es el valor de mercado del vehículo en el momento del accidente. Esta cantidad se utilizará para comprar otro vehículo o para cualquier otro fin que decida el propietario. En estos casos es muy habitual comprar un vehículo de ocasión.

Es importante tener en cuenta que el valor venal del vehículo no es necesariamente el mismo que el valor de reemplazo, que es el costo de comprar un vehículo nuevo similar al que se perdió. El valor venal incluye la depreciación del vehículo, por lo que es probable que sea inferior al valor de reemplazo.